Los controles ginecológicos son fundamentales para prevenir enfermedades que pueden ser graves. El Octubre Rosa se presenta como la oportunidad perfecta para concientizar sobre la importancia de la prevención del cáncer de mama, cáncer de útero y derribar mitos sobre los controles periódicos que deben relizarse las pacientes. Por eso los centros médicos y hospitales públicos de todo el país suelen poner a disposición de la población turnos y programas especiales para hacer los chequeos que se recomienda hacer al menos cada un año. Pero, ¿cuáles son, cómo se hacen y cuál es la importancia de hacerlos?
Expo Salud Mujer: las actividades del Octubre Rosa para prevenir el cáncer de mamaAutoridades del Hospital Alemán de Buenos Aires señalan que el control ginecológico es fundamental, sobre todo para detectar las patologías relacionadas al cuello de útero. Pero los controles mamarios también cobraron gran importancia en el diagnóstico de lesiones que no llegan a ser palpables y que no pueden encontrarse en el tacto de la mama con los dedos de las manos.
Octubre rosa: qué se incluye en los chequeos ginecológicos
Es recomendable realizar los controles una vez al año e involucra el Papanicolau o PAP, la colposcopía y el examen mamario. A veces también se indica ecografía transvaginal o ecografía ginecológica.
PAP y colposcopía
El PAP y la colposcopía pueden realizarse solo a partir del momento en que la paciente empezó a cursar sus relaciones sexuales y sirven para buscar posibles lesiones, es decir, imágenes que si se dejan evolucionar pueden generar lesiones pre-cancerosas asociadas al cáncer del cuello uterino.
Tanto para el PAP como para la colposcopía, un ginecólogo deberá hacer una observación a la paciente. El PAP consiste en tomar muestras de las células del cuello del útero para detectar cualquier cambio que pueda derivar en cáncer cervicouterino. La muestra se envía a analizar en un laboratorio. La colposcopía se indica para examinar de cerca el cuello del útero, la vagina y la vulva con el colposcopio, un instrumento que utiliza luz y lentes de aumento.
Ecografía mamaria
El control mamario puede variar según la edad, condiciones de salud y antecedentes médicos de la persona. Generalmente, la ecografía mamaria –diferente de la mamografía– se realiza desde la juventud. Consiste en una ecografía tradicional, es decir que se utiliza un ecógrafo y se aplica gel sobre la piel para tomar imágenes del tejido mamario con el transductor –la pieza que se mueve sobre la piel–.
Mamografía
La mamografía, en cambio, se indica a partir de los 35 a 40 años y requiere de un mamógrafo o mastógrafo. Para realizar el control, la paciente se ubica frente al equipo y su mama es presionada entre dos placas para inmmovilizarla y permitir que los rayos X atraviesen el tejido. Se hace con el fin de detectar anormalidades o cáncer en sus etapas tempranas.
Ecografía ginecológica y ecografía transvaginal
La ecografía ginecológica y la ecografía transvaginal no son el mismo estudio. En tanto la primera es una ecografía tradicional en la zona del vientre bajo, la ecografía transvaginal tiene otra complejidad. Se trata de un estudio en el que se introduce en la vagina una sonda delgada y lubricada para tomar imágenes del útero, los ovarios y las trompas de Falopio.